18 noviembre, 2008

De la Boca de la Muerte

Primero hay que saber sufrir,
despues amar, despues partir
y al fin andar sin pensamientos.
Después, qué importa del después
toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado.

Y dice la Muerte:

Me gusta el tango

("El Lado Oscuro del Corazón")

16 noviembre, 2008

Lágrimas Prestadas


Quiero llorar y me quedé seco.
Que palabras ajenas lloren por mi que ya les devolveré el favor más adelante (Gracias Oliverio)

Llorar a lágrima viva

Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África,llorando.
Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo,pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.
Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

13 noviembre, 2008

La Palma de mi Mano


El Nene acecha y la tristeza crece. Procuro identificarme, reconocer las emociones que ahora mismo me hacen sentir así y no lo consigo. Quiero escribir y no se qué, quiero decir algo y no consigo más que enredarme en las escaleras de mi Torre de Babel mezclado en palabras in entendibles y expresiones desconocidas.
Me jacto constante mente del profundo conocimiento que tengo de mi y de mis emociones y justo en el momento en el que con soberbia impune me digo “me conozco como a la palma de mi mano” cierro los puños y advierto que no recuerdo en cual de mis dos dedos gordos tengo la cicatriz, no sé donde tengo el padrastro que me muerdo y ni hablar de orientación y longitud de las líneas que dicen ser de la vida y del amor.
No sé nada de mí, ni de mis emociones, ni de mis manos.

El Nene Girasol se acerca y con su marcador rojo favorito escribe en mi mano:

Vulnerable. Avergonzado. Expuesto. Imbécil. Desorientado. Estúpido.

Me sonríe y dice:
- Si alguien te pregunta ¿Que te pasa? ¿Cómo te sentís? Mirate en la palma de tu mano, que te lo dejé apuntado-

¡Maldito Niño! ¡Me conoce como a la palma de su roñosa mano!