25 agosto, 2009

¿Estás loco?


Maniático de la limpieza. Pasivo-agresivo. Me huelen los pies y me tiro pedos que agrandan la capa de ozono. Inseguro e inconstante. Me aterran los cambios y los riesgos. Si digo no quiero decir si y si digo si es “ni se te ocurra”. Pateo cuando duermo y nunca cuelgo el toallón después de bañarme para que se seque. Lloro 300 días al año y estoy de mal humor unos 60. Creo que ya no creo en nada y me creo absolutamente todo. No sé nadar y odio que me canten el feliz cumpleaños. Soy soberbio, pedante y petulante. Digo malas palabras. Tengo el culo como el de un mono y la espalda del Jorobado de Notre Dame. Me faltan tres muelas. Se me ven los pelos de las orejas. Y para colmo de males…Me gustan las Spice Girls.
Y yo me pregunto…
¿Qué carajo haces a mi lado?
¡Dios bendiga tu insensatez!

09 agosto, 2009

Miedo a la Gitana


Fue aquella tarde en la que el Nene decidió pasar la hora de la siesta sentadito en la vereda, quizás fue que He –Man no quiso luchar contra el mal aquella tarde. La cuestión es que el Nene salió a la puerta, descalzo y con la cara sucia con toda la intención de merendar al ritmo de un verano a las cuatro de la tarde.
Casi ceremonialmente abrió el paquete de sus galletitas preferidas: Coco, las de las letras grandes blancas y marrones.
No había comido más de dos cuando pasó una gitana. Esos típicos personajes de la siesta rosarina. Ojos verdes, cabello negro largo sujetado por un pañuelo rosa, una blusa a colores vivos y una falda amplia que apenas dejaba ver sus pies también descalzos. Sin mediar palabra, sin tan siquiera un gesto de advertencia, la gitana le arrebató el paquete de Coco’s y siguió su extravagante paso como si el Nene no existiera, sin que le importara absolutamente nada su merienda, su hora de la siesta y sus ojitos color “casi llorando”.
El Nene apretó los puños y llamó a He-Man, pero no vino y ante tanta desolación corrió dentro de casa y lloró.
Todos los días el Nene Girasol llora por sus galletitas, todos los días se acuerda de la gitana y de ese miedo que le ha dejado sembrado a la hora de la merienda.
El Nene es muy educado, cordial y procura siempre anteponer una sonrisa, desde pequeño le enseñaron a guardar las apariencias y que una buena primera impresión puede llevarte muy lejos. Pero los que lo conocemos sabemos que eso no es del todo cierto.
Al mismo tiempo que tiende educadamente la mano para saludar, en la otra, escondida tras la espalda, sujeta con fuerza un paquete de galletitas. Detrás de la sonrisa protocolar se esconde un terrible miedo a que le arrebaten nuevamente una de sus Coco. Se ha empecinado en que nadie más le pase por al lado y le arrebate algo suyo, no va a tolerar bajo ningún concepto que nadie descubra que detrás de su espalda esconde su vulnerabilidad más delicada, aquella que deja solo, indefenso y con un miedo perenne que no lo quitan ni He-man, ni las Brujas Buenas, ni el tiempo.
Pero a veces pasan cosas, cosas raras para el Nene, cosas que de tan raras pasan tan solo de vez en cuando. Hay días en los que el Nene sale a merendar a la vereda y pasa gente especial, gente que se parece a He-Man, o a Brujas buenas, algunos de ellos se detienen para decirle que no ande descalzo, que se puede resfriar y es entonces cuando afloja la manita y sin que medien palabras y sin tan siquiera la seguridad de volver a ver a esas personas, el Nene dice:
-¿Queres una masita?-
Y él se queda contento con la vida, con las galletitas y con las gitanas, porque donde hay villanos también hay héroes y lo hace feliz el pensar que todavía hay gente con la que se pueden compartir galletitas.
El Nene compartió una galletita hace unos días y está contento ¡Estoy tranquilo cuando el Nene está contento!
Tanto que ni la gitana me asusta.

14 junio, 2009

Mauri, la diarrea verbal y yo IV

De boca de la prima de Mauri (cuestión de genes, se ve)

Luego de ver Moulin Rouge... pelicula que comienza diciendo "La mujer que amo ha muerto"

Dice tan tranquila:
"No esperaba que se muriera, o sea, puede morirse de muchas maneras, pero no muerta de muerta"

18 mayo, 2009

Colores


El Nene quería pasarse la vida coleccionando colores. Pretendía capturar todos los matices posibles, guardarlos en la cartuchera de He-Man y reservarlos para aquel día en que finalmente se decidiera a dibujar lo único que sabe dibujar: un payaso petiso y gordo, con una inmensa nariz roja y unos zapatos rotos de cordones.
No quería colores simples, no le alcanzaban los verdes del paraíso de la calle Ameghino y del pasto de la plazita Las Heras. No le convencían del todo el azul del cielo ni el de los ojos de la señorita Noemí. Y entonces pasa lo que pasa: el Nene mete lo poco y nada que tiene en su mochilita celeste de la escuela y sale a buscar colores.
Camino lo incaminable, cruzó lo incruzable y descubrió lo indescubrible. De a poco, con más o menos ganas, fue recolectando colores hasta que consideró que ya era suficiente.
Pintó el payaso y le quedó hermosísimo y lamentó no tener cerca de la señorita Noemí para que le pusiera una estrellita en su dibujo. Con la satisfacción del trabajo bien hecho guardó el payaso, que casualmente encontré ayer.
Los bordes negros se habían difuminado y todo los colores se habían mezclado, el payaso no era más que un manchón de de acuarelas sucias, viejas e indefinas.
Es de público conocimiento que el Nene y yo no nos llevamos muy bien, pero aun así no creo que ningún niño se merezca que le digan ¡Que feo tu dibujito! Aun así, con respeto y tacto lo siento en mis rodillas y le explico:
Te felicito por tu colección de colores, sé lo mucho que te ha costado conseguirlos pero creo que hubo algo que no te dijeron y que ya, como sos todo un hombrecito, es hora de que lo sepas: el Príncipe azul, el verde esperanza, la vida color de rosa y el rojo pasión… Todos esos colores: destiñen.
Hubo un instante de silencio, un segundito en el que decidí esperar su llanto para consolarlo, pero como siempre, el Nene acaba por sorprenderme.
-¿Y?- Me responde
- ¿Sos acaso tan obtuso como para no distinguir el octavo color del arco iris? ¿No eres tan siquiera capaz de admirar lo inmensamente preciosa que es la escala de grises?

- Andate a la mierda-
No se me ocurrió nada mejor que decirle

06 mayo, 2009

No soy gay ¡Soy maricón!


No me van las historias de “gay reivindicativo”, pero encontré esté texto que me pareció coherente, claro y honesto y como sabemos que esas cosas no abundan he decidido publicarlo. Aclaro, eso si, que en absoluto me pertenece, está extraído de un grupo de Facebook de gaybarcelona.com

¿Estás harto de que te cataloguen con una etiqueta que no tiene nada que ver contigo?
Ser maricón significa amar a personas de tu mismo sexo, y punto.
No es un way-of-life en el que lo han convertido algunos medios, grupos o personas.
Ser maricón significa que te vistes con lo que te apetece o encuentras más a mano, no con las marcas que te obligas a comprar para no sentirte fuera del rebaño, ni poniendo a parir a los que no siguen tus modas ni tus caprichos.
Ser maricón significa salir a la calle a luchar por unos derechos que como ciudadano no tienes, aunque probablemente no tengas ninguna intención de ejercerlos, como por ejemplo, casarte.
Ser maricón significa ver, leer, observar o criticar películas, libros, artículos y exposiciones y convertirse en un firme fan, defensor o detractor de ellas por el simple motivo de su calidad artística o intelectual, y no por el pasajero hecho de que salen dos chulazos comiéndose la boca o media docena de tíos buenos en pelotas. Lo mismo sirve para los personajes públicos, famosos o políticos.
Ser maricón significa que me si me apetece compro, alquilo o me descargo porno, lo miro y cuando hablo con mis amistades lo digo en voz alta...
¡SI, SEÑORAS, nos gusta el porno! Y no lo escondemos cuando vienen visitas a casa.
Ser maricón significa respetar a todos independientemente de como se definan y de la edad que tengan. Hay que respetar a los mayores que nosotros porque gracias a SU activismo tu puedes ahora ir por la calle cogido de la mano con tu pareja. No respetarlos es menospreciar los enfrentamientos, luchas y logros que consiguieron para ellos y para nosotros. Especialmente porque muchos de ellos no llegaron ni siquiera a tiempo de disfrutarlos.
Ser maricón es tener memoria, y no tildar de “locas”, “plumíferos” o “fuertes” a las personas que, pintados como una puerta, han luchado por nuestros derechos, ya que mal que mal, sin ellos hoy no seríamos nada.... Ni las musculocas, ni los gays de rombos y mocasines que van a misa.
Ser maricón es respetar a travestis y personas transexuales, porque es gracias a ellos que tenemos un Dia del Orgullo Gay, pues fueron las primeras que se cabrearon y embistieron contra la policía en Stonewall hace ya 40 años (y normalmente continúan siendo las primeras en cabrearse cuando algo nos afecta). Es ilícito convertir un acto de reivindicación y recuerdo en un show de colorines flower-power absolutamente despolitizado y, lo peor, mercantilizado y orientado de forma . Para eso ya tenemos Carnaval, que es muy divertido.
Respetar la pluma de los demás porque tu, GUAPA, que tanto criticas, también la tienes. Y mucho. Y a mi me da igual que tengas, pero no me toques los cojones.
Ser maricón es mucho más que sauna, disco, Ibiza, viajes, músculos, ropa de marca...
Es ser consecuente, y ¡por la puta! ¡que somos muy pocos de esos!

12 abril, 2009

Mauri, la diarrea verbal y yo III

- Juan... ¿Sabes donde estan los altavoces para las orejas de mi MP3?-
- ...-

Lo más extraño... es que le entiendo.

17 marzo, 2009

The Drama Queen

Pobrecita, le salió el tiro por la culata.
Seguramente se pensó que ser la Reina del Drama era tarea fácil, sin embargo, aunque se tomó su tiempo, advirtió que es bastante complicado, por no decir imposible, ostentar esa corona durante tantos años, incluso para siempre.
¡Le resultaba tan difícil reinar dominios tan contradictorios! Los periodistas la seguían y ella se quejaba, pero luego, claro está, lloraba desconsoladamente si no había nadie cerca para retratar todas y cada una de sus lágrimas, verdaderas, eso si, pero histriónicas e incluso un poco exageradas. Se quejó ese día que al posar para la foto notó que se le había podrido la sonrisa del poco uso, se avergonzó de su mueca pestilente y lejos del destello de sus dientes blancos, lo único que salió por esa boquita fueron sapos y culebras, rencores infundados y aliento a podrido, a rancio. Las canciones de su banda sonora dejaron de ser esas tristes melodías típicas de ceremonia de fin de curso para comenzar a sonar cursis, ñoñas, malintencionadas, patéticas.
Se lamentó de esas lagrimas invisibles, esas que arrojó a la soledad y que nadie vio y por las cuales, nadie la compadeció ni le dijo pobrecita.
La muy imbécil creyó que llegaría lejos, que ser la Reina del Drama es un muy buen primer paso para convertirse en algo más y cayó finalmente en que la Reinas del Drama nunca llegan a ningún lado, siempre se quedan solitas, arrugadas y sucias recordando viejas lágrimas, antiguos culebrones, novelas venezolanas e inventariando todas y cada una de las cosas que dejó de hacer por dedicarse a llorarlas.
La Reina del Drama deja su trono y olvídense de ella. Está muy ocupada intentando quitar con lejía y un cepillo de paja el olor incrustado en la sonrisa podrida. Con la banda, que secaba llantos y sonaba los mocos, ahora limpia el polvo y con el cetro saca telarañas. El vestidito rosa lo lleva enganchado a la bombacha para que no se le moje el ruedo con los litros y litros de lágrimas inútiles que derramó y que ahora, le guste o no, va a tener que secar.


La Reina del Drama ha muerto ¡Que viva la Reina!

06 marzo, 2009

Te dejé una nota

Haceme un favor, mañana a la mañana, cuando te vayas, no te olvides de quedarte.
Dejame un poquito de aliento en la nuca para que no se me escape el sueño demasiado temprano y antes de salir regame las “nomeolvides” y las “acordatedemieneltrabajo”
Si acaso cuando vuelvas sigo dormido, calentito y acurrucado en tus suspiros, cociname algo rico que no me guste, ya sabes, esas recetas que te inventás y que te critico de forma despiadada, esos platos robados de Internet que se te queman, o te salen sosos o desagradables a la vista… si, si, lo sé, siempre los dejo y me hago un sanguchito, pero son mis platos favoritos. Sabes que soy muy raro.
Si te da tiempo, cuando te vayas a tomar el café de la mañana con los compañeros del trabajo, componeme una canción, esas que suenan cursis y plagiadas y que me convierten en el hombre con más canciones en su honor en el mundo.
Y lo más importante: cuidate mucho. Mirá a los dos lados antes de cruzar, no tomés nada que te ofrezca un desconocido y si te subís a un coche, ponete el cinturón.
Podes olvidarte de todo menos de esto, BAJO NINGUN CONCEPTO, porque sino… ¿Cómo duermo sin el tic tac de tus ronquidos? ¿Qué como? ¿A quien me quejo de mi mismo? ¿Quién me riega las plantas y los labios? ¿Qué canción podré escuchar sin recordar la absoluta necesidad que tengo de vos?
Así que ya sabes, como te olvides de volver rapidito a casa para estar conmigo: te rompo el culo a patadas

PD 1: Comprá pan y cigarrillos.
PD 2: Te amo

25 febrero, 2009

La última película que me hizo llorar


Si pudiera alguna vez captar su atención, si se dirijiera a mi sin intención de hacerme daño, si me diera la oportunidad de hablarle, sentaría al Nene Girasol en mis rodillas y le diria:


"Esto es lo importante: nunca es demasiado tarde para ser quienquiera que desees ser. No hay límite en el tiempo. Para cuando tú quieras parar. Puedes cambiar o permanecer igual, no hay reglas sobre esto. Podemos hacer lo mejor o lo peor (sacar el mejor o el peor provecho). Y espero que tú hagas lo mejor. Espero que sientas cosas que nunca hayas sentido antes. Espero que veas cosas que te dejen fascinado. Espero que conozcas personas con diferentes puntos de vista. Espero que vivas una vida de la que te sientas orgulloso, y si descubres que no lo estás... espero que tengas la fuerza para empezar de nuevo otra vez".


¿Quien sabe? Quizás llegue finalmente el día en el que el Nene me haga caso y haga la vida de los dos considerablemente mas fácil.

29 enero, 2009

¿Y la meta?


Llevo años intentando determinar quién soy, dónde voy y qué es lo que quiero. Horas de insomnio y fortunas en tabaco, un Paraná de lágrimas y tres rollos de papel de cocina en mocos para nada… Absolutamente para nada.
No logro saber quién soy. No consigo contestar el porqué ni acabo de convencer a los fantasmas de mi armario para que me dejen echar un vistazo al mapa que atesoran, ese que tiene el puntito rojo que dice “usted está aquí”.
Estoy muy cansado, transpirado y hambriento y sin embargo, no llegué a ningún lado.
En un acto poco habitual de amabilidad el Nene Girasol me trae un vaso con chocolatada fresquita y con la sabiduría propia de un niño tan maldito, con tono de anciano experto o de erudito pedante explica:
“Llegaste tarde a todas las carreras que hubieses ganado y fuiste el primero en apuntarte a aquellas que no te llevaban a ninguna parte”
¡Cuanta razón que tiene! Ojala pudiera ser él (o volver a ser él), sería considerablemente más cuidadoso con las solicitudes de inscripción que rellene.