17 marzo, 2009

The Drama Queen

Pobrecita, le salió el tiro por la culata.
Seguramente se pensó que ser la Reina del Drama era tarea fácil, sin embargo, aunque se tomó su tiempo, advirtió que es bastante complicado, por no decir imposible, ostentar esa corona durante tantos años, incluso para siempre.
¡Le resultaba tan difícil reinar dominios tan contradictorios! Los periodistas la seguían y ella se quejaba, pero luego, claro está, lloraba desconsoladamente si no había nadie cerca para retratar todas y cada una de sus lágrimas, verdaderas, eso si, pero histriónicas e incluso un poco exageradas. Se quejó ese día que al posar para la foto notó que se le había podrido la sonrisa del poco uso, se avergonzó de su mueca pestilente y lejos del destello de sus dientes blancos, lo único que salió por esa boquita fueron sapos y culebras, rencores infundados y aliento a podrido, a rancio. Las canciones de su banda sonora dejaron de ser esas tristes melodías típicas de ceremonia de fin de curso para comenzar a sonar cursis, ñoñas, malintencionadas, patéticas.
Se lamentó de esas lagrimas invisibles, esas que arrojó a la soledad y que nadie vio y por las cuales, nadie la compadeció ni le dijo pobrecita.
La muy imbécil creyó que llegaría lejos, que ser la Reina del Drama es un muy buen primer paso para convertirse en algo más y cayó finalmente en que la Reinas del Drama nunca llegan a ningún lado, siempre se quedan solitas, arrugadas y sucias recordando viejas lágrimas, antiguos culebrones, novelas venezolanas e inventariando todas y cada una de las cosas que dejó de hacer por dedicarse a llorarlas.
La Reina del Drama deja su trono y olvídense de ella. Está muy ocupada intentando quitar con lejía y un cepillo de paja el olor incrustado en la sonrisa podrida. Con la banda, que secaba llantos y sonaba los mocos, ahora limpia el polvo y con el cetro saca telarañas. El vestidito rosa lo lleva enganchado a la bombacha para que no se le moje el ruedo con los litros y litros de lágrimas inútiles que derramó y que ahora, le guste o no, va a tener que secar.


La Reina del Drama ha muerto ¡Que viva la Reina!

1 comentario:

Verborrágica dijo...

Si no fuera porque está limpiando frenéticamente con un cepillito y lavandina, hubiera pensado que era yo...
Digo: a la Reina del Drama la pasean en carroza toda llena de plumas y brillos al menos una vez por año, como a la Reina del Carnaval? Si es así yo me anoto!!!